Viendo lo Invisible (el poder de tu imaginación)

Texto: hebreos 11:1-3 y 25-27

I.- significado de la imaginación:

La escritura nos dice que la fe es la convicción de lo que no se ve, también leímos que moisés se sostuvo poniendo su mirada en el galardón, mirando al invisible. ¿Cómo podemos nosotros poder percibir lo invisible, ya que cómo su nombre lo indica no se puede ver? ¿cómo con nuestros ojos podemos percibir el mundo espiritual?, la misma pregunta lo responde, es por medio de nuestra fe que podemos ver lo invisible y hacer posible lo imposible, y eso se logra a través no de los ojos de nuestro cuerpo, sino a través de los ojos del corazón, y estos son nuestra imaginación.

De acuerdo al diccionario la imaginación es la capacidad de formar en nuestra mente imágenes o representaciones de cosas o personas reales o irreales.

Por ejemplo en un plática cuando una persona habla de una casa y un carro inmediatamente el que escucha relaciona esas palabras con imágenes en su pensamiento y empieza a formar a través de su imaginación la representación de una casa y un carro, de igual manera la lectura también estimula nuestra imaginación porque cuando vamos leyendo un libro de historia nos empezamos a imaginar en nuestra mente esas formas o imágenes de cómo habrían sucedido aquellos hechos históricos de acuerdo a nuestro entendimiento.

En el pensamiento hebreo para imaginación se utiliza la palabra “yetser” que significa forma, concepción, obra, pensamiento, condición, designio, intento o aquello que se propone de antemano. Su equivalente en griego es la palabra “dianoia” que literalmente significa lo que pasa o entra en nuestra mente, se refiere al pensamiento reflexivo y de argumentación, se traduce como entendimiento, mente, pensamiento, y en ocasiones como corazón.

Ii.- la importancia de la imaginación:

Nuestra imaginación es importante, es decir nuestro yetzer porque en él se encuentran nuestros pensamientos, nuestros designios, nuestras intensiones, denota en nuestra condición emocional y espiritual y todo aquello que nos proponemos a hacer de antemano. En mateo 15:19 se nos habla que del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios y las blasfemias.

La palabra en proverbios 23:7 nos dice “cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. La parte imaginativa del hombre se encuentra en su corazón, la condición de nuestro corazón afecta directamente nuestra percepción y actitud en la vida.

En efesios 1:17-18 “para que el dios de nuestro señor Jesucristo, el padre de la gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de el, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cual es la esperanza a la que él os ha llamado, y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos...” En griego leemos alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, en la nueva versión internacional nos habla de iluminar los ojos del corazón, aquí se utiliza para entendimiento y corazón la palabra “dianoia”, dios quiere alumbrar los ojos de nuestra imaginación, ya que su palabra nos dice en mateo 6:22-23 “la lámpara del cuerpo es el ojo, así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas...” En estos versículos, Jesús no está hablando de ojos físicos, él está hablando del ojo de nuestro corazón que es nuestra imaginación, si estuviera hablando de nuestros ojos físicos no diría “si tu ojo está sano, habría dicho si tus ojos están sanos”. Si nuestro ojo o parte imaginativa está sana toda nuestra vida estará bien. Si nuestro ojo no está sano, nuestras vidas están mal y estaremos en tinieblas. Recuerda lo que dice la palabra en efesios 4:17-18 “...que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento (dianoia=imaginación) entenebrecido, ajenos de la vida de dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales después perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia...”

Nuestra imaginación o yetzer es algo que es muy importante, muestra nuestra inclinación ya sea hacia el mal (yetzer-hara) o nuestra inclinación hacia el bien (yetzer-hatov). Toda persona antes de realizar una acción, la planea de antemano, la medita en su corazón llevándola a su imaginación, nuestra imaginación tiene un poder creativo ya que la raíz de la palabra “yetzer” en hebreo es “yatzar” que significa literalmente crear o formar del barro; la escritura nos dice en el libro de génesis que dios formó (yatzar) al hombre del barro.

Además nuestra imaginación está relacionada muy estrechamente con nuestros pecados, dios ve nuestra imaginación y la juzga, en mateo 15:27 se nos dice “pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en el corazón” esto significa que si entretenemos pensamientos e imaginaciones en nuestro corazón relacionadas con inmoralidad sexual durante un tiempo esto es considerado pecado, aun con nuestra propia imaginación podemos pecar, esta verdad la entiende nuestro enemigo espiritual “el diablo”, el quiere influenciar y controlar nuestra imaginación porque el sabe la importancia de nuestro yetzer en nuestras vidas. Analicemos estos tres casos:

a) En génesis 3:6 “y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría, y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió así también como ella”. Lo que el diablo le dijo a Eva empezó a formar una imagen en su corazón diferente a lo que dios le había dicho de un árbol prohibido pasó a ser un árbol codiciable para alcanzar sabiduría, nuestra codicia se relaciona con nuestra imaginación, Eva codició el árbol porque se imaginó siendo una mujer poderosa igual que dios, por lo cual fue derrotada cuando empezó a visualizar en su corazón lo que el diablo le dijo.

b) En 2ª Samuel 11:2 nos dice “...se levantó David de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.” El rey David pecó porque “vio” a Betzabé bañándose, la codició en su corazón se imaginó teniendo relaciones sexuales con ella, llevando a cabo sus planes. Lo que vemos es muy importante, lo que vemos, a la larga es lo que acabaremos haciendo.

c) En Josué 7:20 podemos ver que el pueblo de Israel fue derrotado en el pueblo de ahí a causa del pecado de Acán, pues dice “pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y 200 ciclos de plata, y un lingote de oro de peso de 50 ciclos, lo cual codicié y tomé...” Acán primeramente vio y después pecó, por eso es muy importante tener cuidado con lo que vemos, porque lo que vemos puede hacernos caer y puede derrotarnos.

Nuestra imaginación esta estrechamente ligada con nuestros sueños, nuestra visión, nuestros propósitos, nuestra fe nos hace ver nuestro futuro, y como vemos ese futuro, lo visualizamos por medio de nuestra imaginación. Hay una gran diferencia entre sueños carnales y sueños de dios. Los sueños de dios promueven su propósito, están de acuerdo a su voluntad, su palabra y glorifican a dios. Un sueño carnal los motivan nuestros deseos de la carne, promueven nuestro egoísmo y nos conducen a obtener aquello que no podemos poseer esto es codicia, te llevan a pecar.

Ii.- como aprender a mirar lo invisible:

En hebreos 11:3 se nos dice “que lo que se ve fue hecho de lo que no se ve”. Las cosas visibles fueron creadas a partir de las invisibles. Lo que experimentamos con nuestros sentidos físicos fueron hechos de cosas espirituales. Pablo nos dice de esto en 2 de Corintios 4:18 “no mirando las cosas que se ven, sino las que no se ven”. Pablo nos exhorta a fijar nuestra atención en lo espiritual ya que lo material es temporal y tiende a deteriorarse. El mundo espiritual influye en el mundo físico, todo lo que hacemos es un reflejo de lo espiritual. En Romanos 1:20 se nos dice que lo espiritual es entendido por medio de lo creado. Cuando dios creo al mundo ya estaba formado en su corazón, cuando dios hablo, lo que había en su corazón se formo. El dijo “sea la luz” y hubo luz desde entonces.

Lo espiritual afecta lo físico. Si queremos cambios en lo material, primero tenemos que cambiar nuestra percepción de lo espiritual en nuestra vida. Esto se realiza a través de nuestra imaginación o dianoia. Las imágenes de nuestro corazón afecta nuestra vida y nuestra relación con dios (leer Jeremías 9:14, 11:8 y 13:10). ¿Que imagen tengo de mi?, ¿me veo como dios me ve?, ¿donde deben estar puestos mis ojos?....debemos ponerlos en Jesús nuestro autor y consumador de nuestra fe, lo dice hebreos 12:2.

Todo aquello que veamos con los ojos de nuestra imaginación debe de estar de acuerdo con su voluntad, y eso nos lo muestra a través de su palabra, debemos alumbrar los ojos de nuestro entendimiento (dianoia=imaginación) y esto se logra a través de su palabra, el salmo 119:15 nos dice “lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. Cuando dios cambia nuestro mundo espiritual veremos cambios en el mundo que nos rodea. El mundo fue formado por su palabra, nuestra imaginación debe ser formada por su palabra produciendo cambios en el mundo físico.

Nuestro éxito o fracaso depende de nuestra perspectiva o visión. Nosotros determinamos si nos vemos como los demás nos ven, o si nos vemos como dios nos ve. ¿Cómo podemos lograr vernos como dios nos ve? Únicamente lo logramos cuando visualizamos sus palabras o promesas en nuestra mente por medio de nuestra imaginación. Observemos estos dos casos en la biblia:

a) Números 13:31-33; los exploradores que fueron a reconocer la tierra de canaan, su falta de visión los hizo de fracasaran en su misión en lugar de ver una tierra donde fluía leche y miel, una tierra buena, ellos vieron una tierra que tragaba sus moradores, en lugar de ver las promesas vieron obstáculos, vieron gigantes y así mismo se imaginaron como langostas frente a ellos, lo que los llevó al temor y de allí al fracaso.

b) Números 14:6-9; Josué y Caleb no vieron obstáculos, ellos vieron una tierra buena donde fluía leche y miel, estaban viendo la promesa de dios, no vieron gigantes, ellos vieron piezas de pan, y en lugar de experimentar temor, tenían confianza en dios por lo cual estaban dispuestos para el éxito en su misión.

c) Nuestra imaginación se moldea a través de la palabra de dios y esto requiere tres acciones finales:

1. Contemplar la palabra

2. Meditar la palabra (salmo 1:1-2)

3. Confesar la palabra

PoPor: Pastor Carlos Arambula